Por: Nassib Yahya Orozco
Todos en algún instante hemos tenido la idea de emprender nuestro proyecto, dejar de trabajar por el sueño de alguien más y enfocarnos en el de nosotros. Pero muchas veces aparece el odiado miedo que nos impide seguir adelante con esa idea. El terror a perder una estabilidad ya ganada, acompañada de un sueldo, que sí bien, puede ser malo o bueno, se sabe seguro.
A titulo personal, puedo decir que en algún momento también llegue a vivir esa condición. Seamos honestos todos al egresar de la universidad tenemos esa sensación de llegar al trabajo soñado, con un excelente sueldo y grandes prestaciones; realmente son pocas la veces en las cuales se nos dirige a una idea emprendedora.
En algunas situaciones cuando nos encontramos colocados ya en un trabajo, poco a poco ese espíritu rebelde y aventurero se va diluyendo mientras la zona de confort va aprisionándonos sin darnos cuenta. Esa emoción del primer sueldo se va convirtiendo en un estilo de vida cómodo o el aumento en las responsabilidades económicas, entonces ¿Porqué arriesgar esa comodidad?
Esa pregunta la podemos responder de la manera más honesta posible, EL TIMEPO PASA Y NO REGRESA. La realidad es conforme los años se van acumulando las oportunidades en el mercado laboral se van cerrando, sí puedes tener un gran curriculum, pero la edad también comienza a ser un pero antes de los 30 años comienzas a ver como esas generaciones detrás de ti van apretando más para llegar por tu puesto.
Comienzan a llegar los 35, y te acercas más los 40, poco a poco ves las oportunidades que buscas ya no abundan en el mercado. Además podemos otras situaciones, por ejemplo en la empresa en que trabajas los aumentan del sueldo van no pasan de un 3% o 4% cada dos o tres años, o esa oportunidad de crecimiento que queda es solo quitarle el puesto de al dueño o al director de la empresa, el futuro ya no parece tan alentador.
Cuando ya tenemos un panorama tan claro como éste, el poner tu propio empresa, ya no suena tan mal, es más, entre antes y mas joven se pueda es mejor. Al ser tu propio jefe, y poder ver como tu proyecto lentamente va creciendo, son de esas circunstancias que ademas de enorgullecerte por lo logrado, pueden marcar la vida de cualquiera. El crecimiento es constante, se aprende tanto de un fracaso como de un triunfo y observas todo desde una perspectiva muy diferente.
Algo es verdad, al principio se tendrán esas dudas carcomieres en la cabeza mientras se duerme ¿Y si no me va bien? ¿Cómo voy a pagar mis deudas? ¿Cómo voy a competir con los otros que ofrecen los mismos servicios en el mercado? En este caso lo mejor que se puede decir es "El que no arriesga, no gana".
Les compartimos algunos pasos que consideramos importantes antes de emprender y dejar la empresa donde laboras para crear la tuya.
1. Números claros.
Lo primero es tener completamente claro la cantidad de dinero necesario para arrancar la empresa, pero ademas, para vivir con el ritmo de vida acostumbrado durante un año. Esto es ideal para no tener preocupaciones o ciertas presiones económicas cuando se va comenzando. Solo es una recomendación, con esto no queremos decir que si no tienes ahorros no puedas comenzar, solo será un poco más complicado. Recordemos que el primer año, incluso el segundo son los más difíciles en cuanto estabilidad en tu negocio.
2. Buena planeación.
Para comenzar debemos entender que toda idea ya se encuentra en el mercado. Entonces se debe de ofrecer un servicio o producto bueno para competir y tener éxito. Tener perfectamente claro que tipo de negocio se quiere iniciar, el cómo se va a realizar y qué alcances puede tener. Lo mejor es realizar un plan de negocios bien estructurado y arrancar con el la empresa.
Siempre se debe tener claro en no sacrificar la calidad, no se compite con menores precios, se ataca a la competencia con excelencia en lo que ofreces.
3. Protégete.
Cuida todo lo que comentas con las personas, esa es la forma más fácil de que tu idea se usurpada y la pongan en marcha antes. Ya sean socios, inversionistas, empleados, trata de tener listo un contrato de confidencialidad (NDA), esto te evitara muchas "canas verdes" en algún momento.
4. Asegura tu marca.
Una vez que ha quedado todo conformado y claro, lo recomendado es que sea registrada en Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI). De esta forma tu identidad empresarial que asegurada o evitas tener "malos tragos" al ver que tu empresa precio, pero ese nombre ya esta ocupado op no puedes registrarlo.
5. Concluye en buenos términos donde laboras.
La vida da infinidad de vueltas, así que a pesar de lo mala que fuese tu estadía en donde trabajas, trata de terminar de la mejor manera posible. Nunca sabemos si esa empresa puede terminar siendo tu próximo cliente o puede dar una recomendación para tu nuevo negocio.
6. Apóyate en programas para emprendedores.
Existen instituciones gubernamentales, las cuales se dedican a brindar apoyo a los nuevos emprendedores, por ejemplo El Instituto Nacional del Emprendedor. Estos ayudan a las PYMES con asesorías, incubadoras y apoyos económicos.